El siempre polémico Kanye West volvió a ser noticia hace unas horas después de que se diera a conocer que malvendió la mansión que poseía desde el 2021 en el área de Hidden Hills, en California.
La propiedad, que actualmente está en ruinas, fue adquirida por el ex de Kim Kardashian en $4,500,000 de dólares, pero la terminó vendiendo por $4,250,000 de dólares.
La casa, que se ubica muy cerca de la de sus hijos, nunca fue habitada por el controversial rapero, quien nunca pudo llevar a cabo los planes que tenía para ella.
“Según los informes, West nunca pasó una noche en la propiedad de Hidden Hills. Tenía la intención de demoler la estructura existente en el lote y reemplazarla con algo más de su gusto, pero esos planes nunca se materializaron”, detalló el portal Dirt.
Además de esa residencia, Kanye poseía otra más en el área de Malibú, cuyo estado actual es deplorable e inhabitable.
“En cuanto a la casa de Malibú, West destruyó la estructura de 4,000 pies cuadrados en preparación para un rediseño. Las fotos actuales de la casa de Malibú muestran que las ventanas y los interiores han sido arrancados, dejando el edificio como una estructura de concreto expuesta a los elementos. Las barandillas y las molduras de metal alrededor de la casa se han oxidado visiblemente, probablemente sin posibilidad de recuperación.
“Lo que es más interesante es que, según el Wall Street Journal, West también planeó adquirir una segunda mansión diseñada por Tadao Ando en Malibú, esta mucho más grande que su primera compra, pero ese acuerdo fracasó con el colapso de la lucrativa asociación de West con Adidas”, tras sus comentarios fuera de lugar.
